Vender para cosechar

Recientemente visité el departamento de Quindío y conocí a Rosemberg Salazar, productor de tomate, pimentón y hortalizas. Me contó sobre la primera vez que vendió directamente a un supermercado de cadena. Acostumbrado a vender a terceros, decidió participar con su asociación en la estrategia de ‘Agricultura por contrato’ y, así, resolvió sus problemas de comercialización, pues hoy es proveedor permanente del Grupo Éxito.

Ahora está mucho más organizado, aporta a su región y ha vinculado a más productores a su asociación; además, accedió a los créditos con tasa subsidiada del Banco Agrario.

Rosemberg forma parte de los más de 153.000 productores vinculados a la estrategia ‘Agricultura por contrato’, creada por el presidente Iván Duque, la cual ha impulsado ventas superiores a los 1,3 billones de pesos. Una cifra representativa, tomando en cuenta que eran productores y campesinos que casi siempre negociaban en condiciones de desventaja, a través de intermediarios, y que ahora pueden hacerlo directamente con las empresas con acuerdos comerciales formales, a plazos fijos y precios justos.

Desde un inicio ha sido prioridad de este gobierno mejorar las ventas de pequeños y medianos productores para reactivar las economías locales, ordenar la producción, generar empleo, impulsar la formalización y establecer una relación más equitativa entre proveedores y compradores. Así nació esta estrategia, que busca tener para el 2022 a 300.000 productores agropecuarios vinculados.

Pero también representa un propósito que se volvió integral. En ese sentido se diseñó, en conjunto con las entidades financieras del sector, una oferta de crédito para capital de trabajo, especialmente para los esquemas de ‘Agricultura por contrato’, el cual incluye las actividades pecuarias, acuícolas y pesqueras. Estas líneas especiales de crédito permiten a estos campesinos poder acceder a créditos por debajo del 2 % anual, siendo las tasas más bajas del mercado. Además, creamos un protocolo para diagnosticar y resolver brechas de encuentro entre oferta y demanda.

La participación de la mujer es fundamental en esta estrategia. Por eso, a la fecha, un 36 % de los beneficiarios es población femenina y nos hemos propuesto lograr una participación del 40 % este año, lo cual requerirá que más de 40.000 mujeres rurales se vinculen a la comercialización formal. Para lograrlo, contamos con incentivos y programas como ‘Mis finanzas cuentan’, ‘Alianzas productivas’, ‘El campo emprende’ y las líneas especiales de crédito con subsidio a la tasa.

Este esquema nacional sectorial busca brindar a los productores la oportunidad de vender por anticipado sus cosechas, con términos y condiciones previamente pactados, promoviendo sostenibilidad en su producción.

La pandemia aceleró los procesos de la comercialización virtual, y por eso creamos ‘El campo a un clic’, una iniciativa que ha sido clave en tiempos de confinamiento y restricciones de movilidad, a través de 26 plataformas de comercio electrónico para ofrecer productos agropecuarios y que ya cuenta con 12.990 productores inscritos.

Estos son algunos de los esfuerzos que desde la cartera agropecuaria estamos haciendo en beneficio de quienes siempre hacen que estén disponibles los alimentos en nuestras mesas; por eso, continuamos firmes en nuestro propósito de seguir evolucionando nuestro sector hacia un escenario mucho más competitivo.

Confiamos en que esta estrategia, considerada un hito histórico en la comercialización de productos agropecuarios, se convierta en una política de Estado para llegar a un millón de productores con ventas anticipadas en la próxima década.